Medicina China
La Medicina China: historia y contexto
La medicina tradicional china (MTC) lleva desarrollándose desde hace unos 5000 años. Tiene sus fundamentos en el taoísmo, el budismo y el confucianismo, se desarrolla a partir de teorías como la de Yin / Yang, el Qi (energía vital universal) la ley de los cinco movimientos, entre otras.
La OMS (Organización Mundial de la salud) reconoce la Medicina tradicional China como sistema de salud eficaz para tratar numerosas patologías.
Este sistema de salud considera la interdependencia entre el hombre y la naturaleza, así, observando la naturaleza los antiguos sabios chinos encontraron que los fenómenos climáticos se manifiestan también dentro del ser humano perturbando su equilibrio.
Las emociones están vinculadas a los órganos internos y pueden perturbar sus funciones, de la misma manera, la alteración de un órgano se repercuta sobre la emoción que lo relaciona.
El profesional en Medicina tradicional China analiza los trastornos que sufre una persona tanto a nivel físico como emocional, para encontrar donde se sitúa el desequilibrio. Con sus interpretaciones basadas en los principios de la Medicina China puede utilizar o recomendar las técnicas que van ayudar a restablecer el equilibrio de la persona.
Los 4 métodos de diagnostico de la Medicina Tradicional China
La MTC tiene su propio sistema de diagnostico a través 4 métodos. No usa solamente síntomas y signos, sino muchas otras manifestaciones para formar un cuadro del desequilibrio presente en una persona determinada. El hecho que la Medicina China es muy antigua significa que no utilizaba aparatos tecnologicos para llegar a sus conclusiones. “Se examina el exterior para examinar el interior”. (G. Maciocia, 2007).
Los 4 métodos son:
- La observación (mirada, zonas faciales, extremidades, lengua, entre otras)
- Escuchar (voz, tos, borborigmos, entre otros)
- Preguntas (para conocer la percepción del paciente y tener detalles importantes)
- Palpación (pulsos radiales, carotideos, abdomen, espalda, miembros, etc.)
Las técnicas
La Farmacopea China o Fitoterapia
Técnicas complementarias
Auriculoterapia: Estimulación de los puntos de acupuntura del pabellón auricular con agujas, imanes o semillas.
Cráneopuntura: Estimulación de zonas del cráneo con acupuntura.
Ventosas, cupping therapy o Hiyama: Gracias a su propiedad de aspiración, las ventosas tienen un efecto sedante y detoxificante, ayudan en muchas patologías y varios temas de dolor.
Moxibustión: Técnica de estimulación con calor de los puntos de acupuntura (con artemisa).
Medicina china para los más pequeños
La fisiología de los niños es diferente a la de los adultos, por supuesto la medicina china sirve para tratar a los más pequeños y dispone de varias herramientas para adaptarse a ellos.
La acupuntura se puede aplicar en niños y bebés pero no suele ser el tratamiento de predilección, aunque se pueden emplear agujas pediátricas.
Los niños suelen sufrir a menudo de patologías en el tracto respiratorio y digestivo, ya que tienen estos dos aparatos inmaduros y sensibles. A lo largo de su historia la medicina china ha ido desarrollando su arte para poder responder a un grande número de patologías infantiles, desde el simple resfriado hasta trastornos psiquiátricos.
Una de las disciplinas que suelo aplicar en pediatría es el Tui Na; en vez de estimular el cuerpo con agujas se hace con presiones manuales en ciertos puntos y sobre todo en la mano. Al ser hipersensibles, los niños no necesitan mucha estimulación y la acupuntura sólo se recomendará en ciertos casos. También se utiliza mucho la dietoterapia, la moxibustión, la fitoterapia y la cromoterapia.
No hay que temer a recurrir a la medicina china para los niños ya que son métodos suaves y respetuosos. Se toma siempre en consideración el estado de ánimo del niño y su sensibilidad.
Patologías habituales:
Trastornos del comportamiento: hiperactividad, insomnio, trastornos emocionales.
Trastornos del sistema digestivo: Dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, vómitos, etc.
Trastornos de ORL: Amigdalitis, asma, bronquitis, otitis, resfriado, rinitis, tos, alergia.
Otros: Dentición, cefaleas / migrañas, eczema, enuresis.